La maestra me pidió que escribiera una composición en forma de diario, escribiera sobre lo que vio y escuchó, habló sobre sus sentimientos y resaltó el tema de la juventud.
Este es mi segundo mes escribiendo un diario en el dormitorio de chicas.
De la confusión inicial, ahora el hábito se ha vuelto natural.
Una hilera de pasos perdidos.
En este diario dejo constancia de las alegrías, tristezas y alegrías por las que paso cada día.
He experimentado todas esas melancolías y enredos inexplicables.
Déjame apreciar cada día aquí.
Un toque de dulzura
Un toque de tristeza
Un pedacito del pasado
Un recuerdo
Una emoción
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Aquí te comparto mis sentimientos.
Deja aquí los momentos más emotivos del día.
Comparto mi felicidad contigo.
Tu aliento consoló mi dolor.
Ahorra calidez, ahorra fuerza
Déjame desahogar mejor mis sentimientos.
Bienvenido un mañana más soleado
En el futuro, cuando el recuerdo esté a punto de desvanecerse.
Vuelve a visitarlos.
Mis pequeñas risas y tristezas siempre quedarán grabadas aquí.
Y la calidez y el compañerismo que me brindaste.
Vale la pena masticar la juventud, como la sombra de las flores aplastadas bajo la luna cuando yo era niño.
El tiempo es como un ángel con alas. El diario, cada vez más grueso, capta claramente sus huellas.
Después de la nueva lluvia, cuántas de sus sonrisas quedaron allí junto al río claro,
La luz de la luna una vez llenó mi corazón vacío,
Como una piedra rompió la calma del lago y provocó ondas.
Golpea esos hilos delgados y apretados, ahora déjame verterlos en la pluma,
Cuando vierto la primera ronda de poesía,
También juega Había el sonido persistente de la nieve primaveral.