La vida es la prisión más grande de todos.
Esta frase parece correcta, pero en realidad no es tan fácil de hacer, y puede haber una diferencia real entre decirlo y hacerlo.
Cualquier lugar sin el que no puedas vivir es una prisión.
Cualquier lugar que no te guste pero no puedas dejar, cualquier vida que no te guste pero no puedas dejar, es una prisión.
¿Cuántas personas están atrapadas en un trabajo que no les gusta toda su vida y tienen que soportarlo todos los días?
¿Cuántas personas han estado atrapadas en una mala relación toda su vida, odiándose con su pareja?
¿Cuántas personas están atrapadas en un lugar pequeño del que han estado cansadas toda su vida, viendo a otros salir con celos?
¿Qué debo hacer cuando siento dolor y libertad?
La vida es la jaula más grande de todos.
La autolimitación es la prisión más grande de la vida.
Negar la propia posibilidad y plasticidad, y luego renunciar a buscar una salida, renunciar a los esfuerzos y la lucha, es en realidad una prisión mental, y te has sentenciado a ti mismo a una pena de prisión.
Creo que todo aquel que tiene la esperanza en el centro de la jaula de la vida ha pasado en su vida innumerables días de tristeza e incluso desesperación.