Primer Complejo
Recientemente sucedieron dos cosas que me hicieron sentir complicado por primera vez.
Recuerdo el primer borrador, lloré emocionado como un niño agraviado y rompí a llorar al instante. En ese momento sentí como si un paquete de regalo de felicidad cayera del cielo y yo era la persona más feliz del mundo.
Pero la segunda vez, la tercera vez... cuando llegaron las buenas noticias, me sentí indiferente, sin alegría y finalmente sin olas.
El 3 de junio de 2010, en la aplicación Original Sound Show, el trabajo "Love" que grabé fue incluido en la lista como trabajo destacado de la plataforma.
También me emocioné mucho cuando lo vi por primera vez. No puedo evitar enviar mi trabajo a mis amigos y no puedo esperar para compartir mi trabajo con todos.
Después de eso, mis obras aparecieron sucesivamente en la lista, y una incluso alcanzó el primer lugar. Pero mi reacción fue muy apagada y no tenía ganas de compartirla con los demás. Lo afronté con calma, como si todo fuera natural.
No puedo explicar por qué soy tan indiferente. El trabajo es el resultado de haber elaborado mis emociones una y otra vez, corrigiendo mis errores de pronunciación una y otra vez y esforzándome por lograr el resultado final perfecto después de docenas de ajustes e iteraciones constantes. Quizás haces lo mejor que puedes y ya no te importan los resultados.
Es precisamente gracias al coraje de intentarlo por primera vez que tenemos avances posteriores. Entonces, la primera experiencia, ya sea de felicidad o de dolor, dejará una profunda marca en lo más profundo del corazón.
Las personas siempre sienten curiosidad por las cosas nuevas, disfrutan el proceso de desafío y les gusta la sensación de logro que genera la superación de las dificultades.
Cuando te acostumbras a algo o a una persona, pierdes las ganas de explorar. ¡Quizás esta sea la naturaleza humana de gustar lo nuevo y odiar lo viejo!
De todas formas estas dos cosas me hicieron olvidar mi primera experiencia. El llamado complejo de la primera vez.