Composición sobre actividades de práctica social
Después de tres días de práctica social, sentí mucho. Las situaciones que encuentro cada día en la vida práctica todavía dan vueltas en mi mente.
La primera vez que participé en la práctica social, entendí que la práctica social es guiar a nuestros estudiantes fuera de la escuela y hacia una vida diferente al campus. La exposición y la comprensión de la vida diferente al campus es una oportunidad para mejorar su pensamiento y ejercitar sus talentos.
Somos los tesoros en las palmas de los padres, y la vida siempre es más dulce que la miel. Pero nuestras vidas siguen siendo muy pesadas. Cada uno de ellos, que lleva una enorme mochila escolar todos los días, se ha convertido en un camello urbano, lo que refleja la profunda esperanza de todos los mayores. Por lo tanto, tenemos mucha insatisfacción e impotencia, y nos volvemos vulnerables.
La nieve quita el frío del invierno y da la bienvenida al calor de la primavera. Lejos del bullicio de la ciudad, en la base de práctica, vestíamos uniformes militares y gritábamos "uno, dos, tres, cuatro".
Vida militar, disciplina férrea. Pensé que no había nada terrible en una vida así, pero las ideas siempre son sólo ideas y no pueden convertirse en realidad pase lo que pase. La colcha está doblada como cubitos de tofu y todo debe hacerse rápidamente. No soy una persona de pensamiento rápido, ni soy una persona diligente. Siempre soy más lento que los demás en todo lo que hago. Sin embargo, la disciplina es disciplina y no puedo hacer excepciones. Todo tiene reglas y regulaciones, y se debe actuar en consecuencia de manera unificada. ¿Cómo hacer la cama? ¿Cómo colocar los utensilios? Nunca antes había considerado estos temas, pero ahora entiendo que esto es el ejército, esto es lo que son los soldados. Cuando llegué aquí por primera vez, me pregunté por qué estaba tan tranquilo aquí. Sólo entonces me di cuenta de que no se trataba de silencio sino de seriedad. Tres días de vida de entrenamiento militar me hicieron sentir profundamente el rigor de la disciplina militar.
En tres días, reímos y sudamos. Bajo el sol, practicamos posturas militares, poniéndonos firmes y girando. Practicamos durante mucho tiempo y con el rabillo del ojo vimos la fuerte luz reflejada por el sol. Eso era sudor, el sudor que fue testigo de nuestro éxito. Hemos practicado muchos cursos que son necesarios para los soldados todos los días. Para nosotros, estos pueden ser un desafío, pero para ellos, tal vez no sean nada.
En la cola, siempre siento el poder del colectivo. Mi corazón arde, mi sangre hierve y estoy impactado por todo lo que hay aquí.
En tres días aprendí a aguantar, aprendí a perseverar, aprendí a ser valiente, aprendí a ser consciente y aprendí a seguir adelante. Estos no están disponibles en el campus ni en el aula. Contengo confianza y estoy lleno de perseverancia.
Tres días son tan cortos como la eternidad. El sudor de estos tres días puede que sean los únicos tres días de nuestra vida, pero los beneficios que cosechamos son más de tres días.
Ya no soy una flor en el invernadero que no puede exponerse al viento y la lluvia. Soy profundamente consciente de que la práctica social es una fortuna.